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¿A dónde viajar en Julio por Europa?

Córcega: lo mejor de Francia después de los crêpres

Córcega alberga pueblos perdidos y encantados, verdes montañas, aguas cristalinas, playas de arena blanca y costas escarpadas. ¿Aún necesitas más razones para elegir este destino para tus vacaciones de Julio?

Esta isla idílica, a pesar de pertenecer a Francia desde el siglo XVIII, tiene un carácter y una gastronomía más parecida a su país vecino, Italia.

¿Qué puedes hacer una semanita en Córcega?

  • A parte de tirarte a la bartola con una cerveza y sufrir de lo lindo con esta situación, lo mejor es que alquiles un coche (aquí puedes comparar los precios de varias compañías y reservar directamente) y te recorras la isla a tu ritmo, sin prisa, disfrutando del momento que ¡para eso estas de vacaciones!.
  • Pasa un día en Ajaccio disfrutando de sus callejuelas y su mercado.
  • Al norte de la isla se encuentra Calvi, con una increíble ciudadela medieval y ojo al dato, ¡6 km de playa!.
  • En Bastia puedes visitar las mazmorras genovesas y si eres “muy de museos” el Museo Etnográfico.
  • Viaja en barco hasta la playa de Saleccia.
  • Para disfrutar de la naturaleza montañosa de la isla conduce hasta Corte, en el centro de la isla, es el mejor punto de partida para visitar las gargantas de Tavignono o los lagos que rodean el monte Rotondo.
  • Bonifaccio es la más italiana de todas las ciudades corsas, situada sobre un acantilado a 200 m de altura. Desde el puerto puedes coger un barquito y acercarte hasta las “grutas marinas” y las islas Lavezzi que son reserva natural.
  • Alucina vecina con las aguas cristalinas de la bahía de Rondinara.

Datos útiles

  • No te puedes ir sin probar la cerveza local de nueces, la “pietra”.
  • El recorrido en tren que une Ajaccio, Bastia y Calvi tiene unas vistas espectaculares de la isla.
  • Ponte hasta el orto de comer comida de la buena.
Cosas que hacer en Córcega

Cardiff: entre piedras, leyendas y alguna que otra cerveza

Cardiff es la capital de Gales al sur Gran Bretaña. Es posible que de lo único que te suene Gales es de la difunta Lady Di y el príncipe, eterno, Carlos de Inglaterra.

Monarquías aparte, Gales es un reducto británico que bien merece una escapada para visitar sus castillos de leyenda medieval.

Julio es un mes estupendo para visitar esta zona, no sólo porque tienes vacaciones si no porque los días son largos, las temperaturas suaves y los cielos cambian del eterno gris inglés al azul y la gente se pone muy loca.

qué ver en Gales

¿Qué hace una semana un chic@ como tu en un sitio como este?

  • Visita Cardiff.
  • Piérdete a lo Indiana Jones por los castillos de Caerphilly, Chesptow y Carreg Cennen.
  • No te olvides de Blaenafon, enclave industrial declarado Patrimonio de la Humanidad, ahí es nada.
  • La península de Gower es un buen lugar para pasar un par de días y disfrutar de los atardeceres de Rhossili.
  • Si eres un apasionado de las letras desvíate hasta la romántica ciudad de Laughame para visitar el castillo  y la casa del poeta Dylan Thomas.
  • Tenby es una población costera de callejones medievales que no puedes perderte.
  • Si ya estás hasta el moño de piedras, dirígete a las playas de la bahía de Saint Brides para tirarte en la arena y beber cerveza.

No te pierdas:

El pan de alga. Se trata de una alga marina mezclada con harina de avena frita y que los galeses, como no podía ser de otra forma, toman para desayunar junto a una buena razón de bacon.

Los berberechos en vinagre de Swansea.

Gales qué ver
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¿Te apetece un viaje de aventura en Julio?

Mongolia, no es país para mongolos

El país de Gengis Kan nos trae a la mente imágenes de estepas inmensas, de caballos tipo “pony” corriendo como alma que lleva el diablo, de gentes de raza exótica cabalgándolos,  de culturas lejanas , de inviernos duros y de vida nómada.

Su capital, Ulan Bator es una mezcla de arquitectura soviética, gers (tiendas nómadas) y cemento moderno.

La mejor época del año para visitar este país perdido es el verano, cuando las temperaturas se suavizan rondando los 21º diurnos. Los inviernos son muy duros, imagínate como pega allí el viento…como en Tarifa pero a -30 grados. Como no lleves gorro se te caen las orejas a trozos.

Si ya estás animado y tienes claro que te vas para Mongolia, Julio, es el mes perfecto ya que se celebra el Festival de Naadam. Durante tres días los mongoles (no mongolos) compiten  en tres deportes: carreras de caballos, lucha y tiro con arco.

Foto: Kit Seeborg

fotos Mongolia

¿Qué puedes hacer una semana en Mongolia?

  • Visita la capital.
  • Acércate al monasterio Gandantegcheling (léelo otra vez porque se que te has quedado en el Gan…). Se trata del mayor centro de aprendizaje budista del país.
  • Coge un Jeep y dirígete a Kharkorin, esta ciudad es una encrucijada de uno de los trayectos de la Ruta de la Seda.
  • Pasa la noche en un Ger. Los gers son las tiendas tradicionales de la población nómada de Mongolia. La estructura es de madera plegable y está concebida para soportar el duro clima de la estepa. En el centro se abre un agujero para la salida de humos, antaño el humo de la hoguera y hoy en día el de las estufas. Estas tiendas de campaña son montadas en menos de una hora por las manos expertas de un mongol (la mitad de tiempo que tardas tu en montar una “2seconds” de Decathlon).
  • Asiste a la inauguración del festival en Ulan Bator que se inicia con un desfile de monjes, soldados y atletas (sí, como en los “Juegos del Hambre”).

Foto: Martha de Jong-Lantink

qué hacer en Mongolia

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